A mi nunca me ha insipirado mucho esta fecha, ni los corazones rojos, ni los muñecos de peluche, ni el rollo mercadotecnico de este dia en particular (aunque cursi cursi si que soy jajaja). Pero Willy si que es un hombre detallista y espléndido, así que reservó una cena especial para este día llevandome a un restaurante que tiene una torre privada con unas 10 mesitas nada mas, separadas del resto de los comenzales.
La vista desde ahí es hacia la pista de aterrizaje del aeropuerto de la ciudad. De noche, es un gran espectáculo de luces ver aterrizar y despegar a los aviones en conjunto con las estrellas y las luces de la carretera.
Fuimos tratados como reyes en su castillo. Nos atendió el dueño aquella noche, nos sirvieron una botella de vino tinto, me entregaron una rosa roja al llegar y la cena estuvo deliciosa.
Fue una gran noche, de largas platicas, de planes, de recuerdos, de compartir.
Aunque sigo pensando que la mejor manera de celebarar "al amor" es amando día a día y que el "día de los enamorados" sea siempre.
Feliz día de los enamorados, kangoo.
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