julio 11, 2012

1, 2....y 3

En los últimos 8 meses esta sería la  tercera cirugía a la que me someto. No sé qué es lo que me está tratando de enseñar la vida o que es lo que no estoy trabajando de mi persona que estoy pasando por estas experiencias, pues si bien se, todo lo que nos pasa físicamente tiene un trasfondo emocional o psico-somático.


La primera fue la cesárea que me realizaron para traer al mundo a Alejandro. Ahora que lo pienso, no puedo culparme, ni culpar a nadie de que haya sido así y no un parto vaginal como me hubiera gustado, así sucedió a lo mejor por mi inexperiencia (en gran parte) y por el gran negocio (o no se como llamarlo) que existe en este estado de Nuevo León, México que se lleva el 1er lugar en cesáreas del país!!! 

Como quiera que haya sido, el resultado de este primer encuentro mio con un quirófano, una anestesia y un equipo médico, me trajo la mas grande bendición a mi vida, mi primer hijo. Así que al final, decido no quejarme mucho al respecto...


La segunda sucedió unos meses después cuando un buen día probé un caldo de pollo muy caliente y unas horas después me "brotó" lo que pensé era una quemada en la lengua, pero al pasar los días, esa quemada no sólo no sanaba sino además había crecido. Al no saber de que se trataba, se nos ocurrió presentarnos en la sala de Urgencias de un hospital, y de ahí no salí hasta 24hrs después. 
Yo amamantando a Alejandro mientras espero en la sala de Urgencias

Éste fue mi segundo encuentro con el quirófano. La parte cómica de esta ocasión fue cuando el anesteciólogo me dijo al inyectar el sedante por la vía intravenosa: "Es la misma droga que usaba Michael Jackson"....yo sólo recuerdo su gran sonrisa y haber pensado "pero MJ se murió!". Se trataba de una glándula salival tapada.


Y ahora, parece que de la tercera no me safaré. Hace un par de semanas amanecí con un intenso dolor en la muñeca, y después de la experiencia que acabo de escribir, pensé que era mejor visitar al médico de una vez en lugar de esperar a que curara sola y así evitar que de ser un problema serio se agravara. Pero cual va siendo mi sorpresa que después de realizarme unas famosas pruebas de un famoso médico de la historia cuyo nombre no puedo recordar, el diagnostico que me dieron tiene como única cura efectiva la cirugía...


"Tengo manita, no tengo manita, porque la tengo desconchabadita"

Por lo pronto le doy tiempo al tiempo y espero que mientras los desinflamatorios que tomo y la inmovilización de la mano actúen un poco a su favor y ocurra un milagro y esta vez pueda safarme de encontrarme nuevamente en el quirófano.


Me despido gritando con patada incluida a la Michael Jackson "Awww", kangoo jackson

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas cuestiones son "normales" en la vida de cualquier ser humano...otros arrastran dolores y malestares por siempre; al rehusarse a someterse a las cirugías. Cada quién! pero yo soy de la opinión que mientras haya tiempo de arreglar problemillas físicos, cueste lo que cueste hay que hacerlo! Animo mi Vane, eres lo máximo.

Anónimo dijo...

Vane, en mi caso he tenido contacto con el quirofano desde que era una peque y yo ni enterada o se porque me lo dicen mis papás y porque tengo la marca registrada en mi piel, esa primer experiencia fue a los 2 años de nacida por una hernia inguinal, años más tarde tuve un legrado y me sedaron y recuerdo que el anestesiólogo me dijo, te voy a dar un coctelito, imagina que estas en un buen reven, despues fue la cesarea de Ximena y ahora por iniciativa fui a dar al quirófano.
Creo que debes relajarte y pensar positivamente, lo que resulte al final habrá sido la mejor elección. Besos1